Cuando escoja una medicina cannábica busque:
- Productos ricos en CBD: Para maximizar el impacto terapéutico, escoja productos que contengan ambos, CBD, un compuesto no embriagante y THC, el principal componente psicoactivo del cannabis. El CBD y el THC trabajan mejor juntos, potenciándose los beneficios terapéuticos de ambos.
- Sellos claros: Busque etiquetas que muestren la cantidad y el radio (proporciones) de CBD y THC por dosis, la fecha de manufacturación y el número de lote (para control de calidad).
- Pruebas de laboratorio: Busque productos a los que se les hayan hecho pruebas de consistencia y que estén verificados como libres de hongos, bacterias, pesticidas, residuos de solventes y otros contaminantes.
- Ingredientes de calidad: Escoja productos hechos con ingredientes de calidad. Evite productos con jarabe de maíz, organismos modificados genéticamente (OMGs), grasas trans y aditivos artificiales.
- Extracciones seguras: Evite productos extraídos con solventes tóxicos como BHO, propano, hexano y otros hidrocarbonos. Los residuos de solventes son especialmente peligrosos en pacientes con el sistema inmune comprometido. Busque productos obtenidos bajo métodos de extracción seguros, como el CO2 supercrítico.
- Cannabis, no cáñamo industrial: Comparado con el cannabis, el cáñamo es típicamente bajo en contenido de cannabinoides. Se requiere una gran cantidad de cáñamo para extraer una pequeña cantidad de CBD, elevando el riesgo de contaminación, porque el cáñamo es un bioacumulador que recoge las toxinas del suelo. El robusto perfil terpénico de la planta entera de Cannabis potencia los beneficios terapéuticos del CBD y el THC.