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En el verano de 2015, Project CBD publicó un reporte del Dr. Jahan Marcu que exponía los riesgos potenciales de calentar e inhalar propilenglicol (PG), un agente de dilución ampliamente usado en muchos productos de aceite de Cannabis, incluyendo los cartuchos de vape pens*. Project CBD fue el primero de los vigilantes de la industria del Cannabis que llamó la atención a investigaciones que demuestran que cuando se calienta el PG en un vaporizador electrónico, se puede descomponer en formaldehido, un potente carcinógeno. Notamos con preocupación que los agentes de dilución como el PG están típicamente presentes en aceites de extractos de CBD derivados de cáñamo. Casi todas las marcas de aceite de cáñamo con CBD para vaporizadores que examinamos contenían PG o, aún peor, polietilenglicol (PEG), otro aditivo tóxico.

Un reciente artículo revisado por pares del Journal of Alternative and Complementary Medicine (JACM) validó los peligros del PG y presentó evidencia acerca de que el PEG es aún más peligroso al calentarse. Científicos del Medical Marihuana Research Institute en Arizona estudiaron la degradación de PG, PEG, glicerina vegetal y triglicéridos de cadena media (tales como el aceite de coco). Calentaron estos compuestos a 230°, una temperatura alta pero plausible para un vaporizador. PEG produjo una gran cantidad de acetaldehído y formaldehido, dos carcinógenos. Su trabajo también confirmó que el PG se descompone en formaldehido a esta temperatura.

“Las inhalaciones de formaldehido han sido relacionadas con un incremento en la incidencia de leucemia mieloide y cáncer nasofaríngeo”, notaron los científicos. Determinaron que la cantidad de formaldehido producida por el calentamiento de PEG puro es comparable con la cantidad de formaldehido que se inhala cuando se fuma un cigarrillo de tabaco. Los triglicéridos de cadena media producen una pequeña cantidad de acetaldehído (aproximadamente 33 veces menos que PEG. La glicerina vegetal no produjo cantidades detectables de ninguna de las toxinas estudiadas.

Vaporizar Cannabis se supone que es un método más saludable de administración que fumar la planta. Pero mucho depende de la calidad del producto. En teoría, la vaporización se supone que calienta el aceite lo suficiente para liberar los terpenos volátiles y los compuestos cannabinoides (THC, CBD) en el aire, pero no lo suficiente para crear humo. En lugar de quemar el Cannabis, lo cual ocurre a temperaturas superiores a los 400°C, los aceites de vaporizador solo necesitan ser calentados entre 160-190°C para que los cannabinoides y terpenos se vuelvan aerosol. Pero los subproductos de las reacciones químicas que ocurren cerca de los 200° no son inherentemente más seguros que los que se crean en reacciones de 400°C.

En general, se necesitan temperaturas muy altas para producir monóxido de carbono y las otras toxinas presentes en el humo. Pero esto no garantiza la seguridad de calentar químicos inestables sin llevarlos a la combustión. Compuestos como PEG, PG y ciertos pesticidas se degradan en toxinas más fuertes a temperaturas que causan que los cannabinoides se vaporicen. Por ejemplo, el pesticida myclobutanil, vendido como Eagle-20, se descompone en cianuro de hidrógeno cuando se calienta.

Como los cannabinoides se vaporizan a temperaturas ligeramente inferiores a 230°, es posible evitar los riesgos asociados al calentamiento de aceite de Cannabis mezclado con PG o PEG. Pero en la práctica, los vaporizadores rara vez distribuyen el calor uniformemente. El aceite más cercano a la unidad de calentamiento a menudo alcanza una temperatura más alta de la esperada, particularmente con vape pens y otros vaporizadores electrónicos manuales.

Estos problemas han surgido en parte porque las regulaciones no siempre tiene en cuenta cómo se consumen actualmente los químicos –vaporizar, ingerir y fumar son fundamentalmente diferentes maneras de administrar el Cannabis. Generalmente el PG es reconocido como seguro para ingerir por la FDA, pero calentarlo o inhalarlo es completamente diferente. “El aceite de Cannabis que es producido para la vaporización a menudo se mezcla con PEG400 o PG, lo cual puede resultar en exposición a compuestos carcinógenos dañinos y subsecuentes riesgos a la salud… Pacientes y legisladores deberían considerar estas preocupaciones potenciales y los efectos a la salud antes del uso y cuando se redacten leyes que regulen los productos de Cannabis”, concluyó el reporte de JACM.

Muchos compuestos –agentes diluyentes, pesticidas, etc. – son evaluados en su seguridad para la ingestión o aplicación tópica, pero hasta ahora se ha prestado poca atención a lo que pasa si son calentados y absorbidos. Algunos compuestos, tales como PG y PEG, se hacen más tóxicos a través de la exposición al calor. Otros tienden a degradarse en componentes menos dañinos. Es imperativo considerar el contexto en el que estos químicos se usan, en lugar de asumir que son seguros sólo por el bienestar del comercio.

*Nota del traductor: Vape pen son vaporizadores electrónicos con forma de lapicero.


Adrian Devitt-Lee es un investigador asociado y escritor contribuyente de Project CBD. Derechos reservados, Project CBD. No puede ser reproducido sin autorización.


Referencias

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